La historia del congrio seco comienza cuando los bilbilitanos, que tenían una potente industria soguera, suministraban cuerdas y cabos a todos los puertos de España. Cuando éstos acudían al puerto de Muxía a cerrar sus tratos se interesaron por el congrio, sin embargo era un producto fresco que no podían llevar a sus hogares, debido al excesivo tiempo que llevaba el viaje.
El congrio es un pescado semigraso que vive en costas rocosas, a profundidades de unos 30 metros. Habita en agujeros y cuevas de donde raramente sale de día. Se alimenta de crustáceos, peces y calamares. Es un depredador nocturno.